Con 55 puntos, el ecosistema emprendedor de Barranquilla exhibe un nivel de desarrollo intermedio según el Índice de  Condiciones para el Emprendimiento dinámico de Prodem.

Ocupa el nivel 4 del ranking 2025 de 27 ecosistemas, escalón 10 de 20 (potencial: 100 puntos).

Condiciones sistémicas y avances recientes

Principales aspectos favorables

Cultura emprendedora (63 puntos), con la existencia y difusión de modelos de rol empresarial a la cabeza (72 puntos).

Plataforma de CTI y oportunidades (61 puntos), destacándose las agendas de investigación vinculadas a problemas y oportunidades (63 puntos).

Formación emprendedora (59 puntos) por la limitada formación emprendedora en el nivel medio (56 puntos).

Capital social y redes (58 puntos), donde sobresalen las redes y espacios de vinculación local (58 puntos).

Oportunidades de mejora más importantes

Financiamiento (45 puntos) debido a la dificultad para el acceso a financiamiento (42 puntos)

Capital humano emprendedor (52 puntos) por las dificultades para retener y
atraer talento emprendedor (40 puntos).

Políticas y regulaciones (53 puntos) por las regulaciones existentes (43 puntos).

Cambios respecto del Reporte GEIAL 2023

El índice del ecosistema de Barranquilla se mantuvo igual respecto de la medición de 2023

Principales avances

Financiamiento (+5 puntos) especialmente por avances en el acceso a financiamiento (+7 puntos).

Condiciones de la demanda (+5 puntos) gracias a al aumento de la demanda extra- local (+5 puntos).

Políticas y regulaciones (+4 puntos) por la incorporación de políticas extra-locales (+7 puntos).

Algunos desafíos

Empresas y oportunidades (-6 puntos), en especial por retrocesos en los clusters especializados (-8 puntos)

Plataforma CTI y oportunidades (-3 puntos) por un desmejoramiento en los
apoyos a las EBCTs (-6 puntos).

Mirada de conjunto e implicancias para la acción

» Existe una base sólida en ciencia y tecnología, pero su impacto en los emprendimientos es limitado, lo que refleja la necesidad de fortalecer la transferencia de conocimiento y apoyar de manera más decidida a las empresas de base tecnológica.

» La cultura emprendedora es fuerte, aunque el talento especializado sigue siendo escaso, lo que obliga a invertir en formación avanzada y en mecanismos de atracción y retención que permitan sostener proyectos de mayor impacto.

» Se perciben mejoras en el acceso a financiamiento, pero la base empresarial aún no encuentra suficientes oportunidades para crecer, lo que evidencia la importancia de acompañar el capital disponible con políticas de fortalecimiento sectorial y encadenamientos productivos que impulsen el escalamiento real.