La Región de Valparaíso, con sus más de 2 millones de habitantes, es una de las más relevantes de Chile debido a su diversidad geográfica, cultural, económica y su alta densidad poblacional. Destaca por su relevancia política y comercial, con hitos como la creación de la Bolsa de Valparaíso y el Banco de Valparaíso. Su economía representa el 8,5% del PIB nacional, siendo la tercera región más importante, con una distribución diversificada en sectores como la industria manufacturera, transporte, servicios personales y vivienda. Además, tiene un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH) y ha mejorado su mercado laboral, reduciendo la tasa de desempleo. Enfrenta desafíos en la competitividad de los ingresos y destaca en sectores como el comercio marítimo, el turismo y la agricultura.

La región alberga un gran número de empresas, especialmente microempresas, y es un centro educativo significativo, ocupando el segundo lugar en la formación de capital humano avanzado a nivel nacional y el tercer lugar en el ingreso a la educación superior.

Valparaíso (región) muestra un fuerte espíritu emprendedor, con la creación de 3,570 empresas en el período 2022-2023, ubicándose en el segundo lugar a nivel nacional. Aunque la tasa de actividad emprendedora en etapa inicial (TEA) a nivel nacional disminuyó, la región de Valparaíso registró un aumento en este indicador del 25% al 29% en 2021-2022. Destaca el interés en la innovación y el emprendimiento, ocupando el segundo lugar en postulaciones a fondos de fomento de iniciativas de innovación y en proyectos de adjudicación. Además, tiene un alto número de startups en sectores como tecnología, biotecnología, fintech y agrotech, lo que la posiciona en el tercer lugar a nivel nacional en este aspecto. La región es un centro importante para empresas de base científica-tecnológica (EBCTs) y la industria agtech, aprovechando su vínculo con la agricultura y la presencia de un alto número de universidades y centros de investigación.

El ecosistema regional cuenta con un sólido entramado institucional que respalda el emprendimiento e innovación, con seis actores bien definidos: universidades, empresas, red de inversionistas, emprendedores, organizaciones de apoyo al emprendimiento y el sector público. Estos actores colaboran activamente a través del sistema de gobernanza regional EIVA (Emprendimiento e Innovación Valparaíso) para fomentar el desarrollo emprendedor y tecnológico en la región.

Con el objetivo de establecer una mirada diagnóstica de las condiciones actuales de la región en materias de emprendimiento. EIVA, con el patrocinio de la Agencia de Innovación Quintil Valley, la Universidad Técnica Federico Santa María y la Universidad de las Américas, ha gestionado la participación de la región de Valparaíso en la primera versión del Grupo de Ecosistemas Inteligentes de América Latina (GEIAL). A través de esta iniciativa se pretende establecer una mirada comparativa entre los ecosistemas latinoamericanos participantes.

A partir de los resultados se puede observar que la región de Valparaíso posee un nivel de desarrollo emprendedor intermedio, con una puntuación de 59 sobre 100. Se identifican aspectos favorables, como el capital social y redes (67 puntos), la gobernanza/articulación del ecosistema (66 puntos), el apoyo institucional (66 puntos) y la cultura emprendedora (64 puntos). Entre los aspectos tendentes a ser favorables se incluyen las condiciones de la demanda (61 puntos), la plataforma CTI y oportunidades (59 puntos), las regulaciones políticas (58 puntos) y las empresas y oportunidades (58 puntos). Las oportunidades de mejora se encuentran en el financiamiento (52 puntos), el capital humano emprendedor (51 puntos) y la formación emprendedora (48 puntos). Por otra parte, la educación emprendedora a nivel medio obtiene solo 28 puntos, destacando como una de las principales debilidades del ecosistema.

Entre las acciones propuestas para impulsar el ecosistema de emprendimiento e innovación de la región de Valparaíso, a la luz de los resultados encontrados a partir de este estudio destacan (entre otras): 1) aumentar el relacionamiento de grandes y medianas empresas con el ecosistema regional mediante la promoción de Corporate Venture Capitals (CVCs); 2) implementar programas de formación emprendedora para financiamiento público y privado; 3) implementar campaña comunicacional de forma de mostrar a la región con un activo ecosistema regional de forma de atraer talento emprendedor; y 4) contar con una organización que permita la articulación y gestión de las iniciativas que impulsen el ecosistema de emprendimiento e innovación como un todo, logrando abordar e implementar estrategias y objetivos a largo plazo.