Monterrey
Diagnóstico de las condiciones
para emprender. Una mirada desde el ecosistema
Autores
José Manuel Aguirre Guillén
Tecnológico de Monterrey, Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera
Miguel Ángel Rodríguez Montes
Tecnológico de Monterrey, Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera
David Gerardo Elizondo Guajardo
Tecnológico de Monterrey, Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera
Fernando Torres Guerra
Tecnológico de Monterrey, Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera
Tabla de contenidos
Agradecimientos
Resumen Ejecutivo
Presentación de GEIAL
Marco conceptual y metodológico
El enfoque sistémico-evolutivo del emprendimiento
Metodología- Caracterización de la ciudad y su ecosistema
Perfil de la población
Estructura empresarial
Dinámica emprendedora
Dinámica institucional - Análisis del ecosistema de Monterrey
Una mirada panorámica
Haciendo zoom: análisis de las dimensiones del emprendimiento - Conclusiones y orientaciones para el desarrollo del ecosistema
Conclusiones
Ideas para el desarrollo del ecosistema de Monterrey
Resumen ejecutivo
Monterrey, ubicada en el Estado de Nuevo León, al norte de México, tiene una población que, en su área metropolitana, alberga 5.3 millones de habitantes (INEGI, 2020). Se ha consolidado como uno de los principales centros industriales y de negocios de México y América Latina (INEGI, 2024). Su robusta infraestructura económica y el papel central en la manufactura avanzada la convierten en un motor clave del país, con más de 33,000 empresas manufactureras (INEGI, 2024) que contribuyen significativamente al PIB nacional. Industrias como la automotriz, acero, cemento y vidrio destacan en la ciudad, que es sede de empresas multinacionales como CEMEX, FEMSA, Ternium y DeAcero. El gran dinamismo económico de la ciudad se refleja en un crecimiento poblacional del 26% en los últimos 10 años (INEGI, 2020), avalando su atractivo como centro de educación y generación de empleos. Asimismo, su potencial para la instalación de actividades industriales, posicionan al Estado de Nuevo León como la entidad federativa con el 20% de parques industriales, el mayor porcentaje de México (El Economista, 2024).
En los últimos años, Monterrey ha visto un notable crecimiento en la actividad emprendedora, respaldada por políticas públicas favorables, redes de apoyo y un creciente interés de inversores privados. En 2023, la creación de 8,500 nuevas empresas representó un aumento del 5% con respecto al año anterior (El Financiero, 2022), consolidando a Monterrey como un ecosistema de emprendimiento vibrante. La ciudad ha sido reconocida internacionalmente, posicionándose en el top 100 de ecosistemas emergentes según Startup Genome (2023), y destacando en áreas como fintech y salud digital. Además, programas en la ciudad como Peak NL, el Programa de Base Tecnológica, entre otros, han fortalecido el apoyo a startups tecnológicas, atrayendo inversiones por un total de 282 millones de dólares en el 2023 (TEKIOS, 2023).
El ecosistema emprendedor de Monterrey se sustenta en una amplia red institucional que incluye universidades, incubadoras, aceleradoras y fuentes de financiamiento. Instituciones como el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Universidad de Monterrey (UDEM) juegan un papel crucial en el desarrollo de competencias emprendedoras mediante programas de incubación, aceleración y mentoría. Iniciativas como Peak NL y MTY Digital Hub impulsan la innovación tecnológica, mientras que programas gubernamentales como Monterrey Emprende y Hecho en Nuevo León apoyan a startups y PyMEs. La articulación entre los actores clave del ecosistema está liderada por la Red Estatal de Incubadoras, fomentando una mayor coordinación y sostenibilidad.
Las condiciones para el emprendimiento dinámico en Monterrey se encuentran en un nivel favorable (medio alto), ocupando el puesto 2 de 25 ciudades de GEIAL. Entre los aspectos más favorables destacan el capital social y las redes de contacto, las empresas como dinamizadoras de oportunidades y la cultura emprendedora. En menor medida, también son positivos la formación de competencias emprendedoras y la gobernanza del ecosistema. Por otro lado, los puntos más débiles se observan en el acceso al financiamiento, en las políticas y regulaciones, y en menor medida, el capital humano emprendedor.
Con base en lo anterior, es posible aportar recomendaciones para la construcción de una agenda accionable de desarrollo del ecosistema. Algunas de estas serían:
▶ Incentivar políticas públicas, que reduzcan las barreras regulatorias y simplifiquen los procesos administrativos para nuevas empresas.
▶ Implementar iniciativas que incentiven la retención del talento emprendedor local.
▶ Mejorar el acceso a financiamiento público, a través de nuevos fondos de capital semilla, tanto a nivel local como nacional.
▶ Desarrollar una agenda estratégica común con participación de los distintos actores del ecosistema.
▶ Mejorar la educación emprendedora en nivel medio.