Cali cuenta con 2.283.000 habitantes, es la tercera ciudad más poblada de Colombia, siguiendo a Bogotá y Medellín y se encuentra ubicada en la región Suroccidente del país. Cali es un motor económico clave de Colombia, con una economía diversificada que abarca la industria manufacturera, la agroindustria y el comercio. Su ubicación estratégica cerca del puerto de Buenaventura la convierte en un importante centro logístico para el comercio internacional. El sector industrial en Cali es robusto, con un fuerte enfoque en la producción de alimentos, bebidas, productos químicos y textiles, mientras que la agroindustria, especialmente el cultivo de caña de azúcar, juega un papel crucial en la economía regional. Además, la ciudad ha visto un crecimiento significativo en el sector de servicios, incluyendo finanzas, tecnología de la información y comercio, que ha dinamizado aún más su economía.

Cali también se destaca por su creciente sector de innovación y emprendimiento, impulsado por el apoyo de universidades, incubadoras y el gobierno local, lo que ha fomentado el surgimiento de startups y la inversión en tecnología. Aunque enfrenta retos como la desigualdad económica, la seguridad y la necesidad de mejorar la infraestructura, Cali es considerada una ciudad dinámica con un gran potencial de desarrollo. Su vibrante vida cultural y su papel como centro turístico regional refuerzan su posición como un pilar económico en el suroccidente colombiano. En efecto, la «foto» de las condiciones sistémicas 2023 indica que el ecosistema de Cali ha alcanzado un nivel intermedio de desarrollo (54 puntos), ubicándose en un tercer escalón de ecosistemas del ránking de GEIAL, a 9 puntos de los líderes. Se destacan en especial aspectos tales como la dinámica emprendedora (71), la cultura emprendedora (67), seguidos de algunos aspectos como el capital social y las redes (61), y el rol de las empresas locales en la generación de oportunidades a través de las demandas de los clusters y de las empresas tecnológicas (60).

Esta foto se inscribe en una tendencia de evolución positiva del ecosistema (“la película”), exhibiendo avances en distintas variables de las fuerzas que suelen dinamizar a los ecosistemas según el enfoque dinámico evolutivo. Estos avances se registran principalmente en el campo de los actores privados, como los emprendedores que asumen nuevos roles en el ecosistema (mentores, líderes de fondos, etc.) y acciones que generan comunidades de emprendedores, los esfuerzos que buscan desarrollar la oferta de inversión privada y también las iniciativas para fortalecer los espacios institucionales y la gobernanza, con la incorporación de nuevos actores y liderazgos para la ciudad. El ecosistema de Cali está progresando. Se ubica en el puesto 4 del ranking del Indicador de Progreso en los Ecosistemas de GEIAL (IPE-Prodem), con 72 puntos. La asignatura pendiente es la falta de avances en las normas y regulaciones, aspecto que ya en 2023 se había revelado como un aspecto deficitario.

La segunda parte del informe coloca la lupa en ciertas actividades emprendedoras que podrían ayudar a dinamizar el ecosistema. Tal es el caso del emprendimiento femenino, por ejemplo, en donde se destaca la existencia de algunas condiciones favorables para el surgimiento de empresas lideradas por mujeres. Por ejemplo, hay un acceso equitativo a la educación superior en relación a los hombres; modelos de empresarias locales que pueden inspirar a las futuras emprendedoras; y organizaciones de soporte y programas públicos de emprendimiento que han incorporado la perspectiva de género. Sin embargo, ciertas condiciones específicas para el emprendimiento femenino ubican a Cali en un nivel medio (41 puntos) lo que indica que las mujeres enfrentan mayores dificultades que los hombres a la hora emprender y también que existen importantes oportunidades de mejora. En primer lugar, las mujeres suelen tener mayores dificultades para dedicarle tiempo al emprendimiento por sus mayores compromisos familiares. En segundo lugar. enfrentan mayores barreras para acceder a inversión privada, sumándose a las limitaciones que vienen desde antes, a nivel de la sociedad en general, como por ejemplo para llegar a posiciones de liderazgo y a niveles de salarios superiores en las organizaciones, lo cual afecta su capacidad de ahorro personal, la fuente de recursos que tienen más a mano los emprendedores. Finalmente, también se identificaron ciertas trabas culturales en el relacionamiento con potenciales clientes y proveedores y con empresarios para obtener información y consejos.

Otro perfil de actividad emprendedora de interés incluido en este reporte es el de las nuevas empresas basadas en ciencia y tecnología (EBCTs). En este punto Cali se ubica en un nivel medio-bajo (35 puntos de 100), destacándose algunos avances en la vinculación de los académicos emprendedores con inversionistas y el resto del ecosistema. No obstante, resta un camino importante por recorrer en lo que hace a las reglas e incentivos que rigen la carrera académica y la creación de EBCTs. Las normas y regulaciones, por su parte, siguen siendo un obstáculo al igual que el acceso a la inversión privada.

Por último, se analizaron las condiciones para el desarrollo de los emprendimientos en base a oportunidades abiertas por las empresas grandes y medianas que buscan innovar colaborando con los emprendedores. En este caso, se ha destacado la existencia de nuevas iniciativas de innovación corporativa con nuevas empresas en los últimos dos años. En efecto, Cali se ubica en un nivel medio (58 puntos) valorándose positivamente la presencia de nuevas empresas con soluciones innovadoras, aunque ello aún no se traduce en una cultura organizacional innovadora y abierta por parte de las corporaciones, algo que es relevante para que las soluciones innovadoras puedan ser integradas por éstas últimas.

En resumen, el ecosistema emprendedor de Cali exhibe un nivel de desarrollo intermedio y suficientes evidencias de progresos en la mayoría de sus fuerzas dinamizadoras, lo cual permite tener cierto optimismo respecto a su futuro desarrollo. Tal es el caso de las nuevas ofertas y la sofisticación de los servicios de apoyo para emprendedores, los avances en el fortalecimiento de la gobernanza, con la incorporación de nuevos actores del ecosistema, así como en el desarrollo de emprendimientos innovadores en base a la colaboración con empresas medianas y grandes, donde se registran condiciones favorables. No sucede lo mismo en el caso de la creación de EBCTs o de  empresas lideradas por mujeres, donde existen desafíos importantes por atender para que los académicos y las mujeres puedan involucrarse en la actividad emprendedora dinámica.