Bogotá, ciudad capital de Colombia; ubicada en la región central del mismo país y perteneciente a la región natural de la sabana con integración al altiplano cundiboyacense ubicado en la cordillera oriental de los Andes, se ha consolidado como una ciudad cosmopolita, destacada por ser, en la actualidad, el más relevante centro económico y financiero del país, epicentro de las universidades más importantes, referente turístico y primer destino de inversión extrajera. Con algo más de ocho millones de habitantes, su perfil socioeconómico en términos de educación y niveles de ingreso, indica la existencia de un tejido productivo para la formación de emprendedores con potencial dinámico mayor que lo observado a nivel nacional y regional.

El tejido empresarial está constituido por unas 685.439 empresas según registros de la Cámara de Comercio de Bogotá, predominando en este tejido actividades económicas como: servicios personales de alta productividad, seguido por el sector de la transformación y el comercio. Recientemente, han surgido empresas en sectores de desarrollo de software, fintech, insurtech, industrias de alimentos, servicios basados en el conocimiento y modelos de negocio con una orientación inminente hacia la sostenibilidad con participación activa en la economía circular, configurando una dinámica emprendedora que se encuentra en pleno proceso de crecimiento y sofisticación productiva. En lo que respecta al apoyo institucional a la actividad emprendedora, se destaca el rol de las universidades y el gobierno local, con sus respectivas incubadoras, así como el potencial de programas de apoyo al emprendimiento estructurados desde el gobierno central para promover la cultura emprendedora que permea las nuevas prácticas y nacimiento de modelos de negocio innovadores.

Las condiciones para el emprendimiento dinámico en Bogotá se ubican en un nivel medio alto. Entre los aspectos más favorables, si bien no llegan a ser fortalezas, son la cultura emprendedora y el capital social y redes, seguido de la formación emprendedora y el capital humano emprendedor. Del otro lado, sus principales oportunidades de mejora son el acceso al financiamiento, seguido por las políticas y regulaciones con especial énfasis en los impuestos y tasas, el capital social y redes (tanto al interior del ecosistema como a nivel extraterritorial).

Bogotá, muestra un nivel de maduración y sofisticación productiva intermedia de su ecosistema emprendedor. Los actores consultados coincidieron en reconocer la presencia de potencial dinámico en los nuevos emprendimientos, acorde con las necesidades medio ambientales, sociales y financieras de la región.

Entre las principales oportunidades de mejora se han identificado las siguientes:

» La transferencia de investigación y desarrollo, principalmente en lo referente a la caracterización de la demanda y las nuevas necesidades de la industria.

» El acceso al financiamiento fundamentalmente en lo que respecta a inversionistas privados y empresas locales que decidan invertir en emprendimientos de la ciudad.

» El capital social, particularmente las limitaciones de los emprendedores locales para establecer vínculos con otros emprendedores y empresarios, tanto de la ciudad como de fuera. El apoyo institucional, principalmente en la articulación de los programas y organizaciones existentes de apoyo al emprendimiento a nivel local.

» Las políticas y programas locales, en especial, su enfoque y especialización hacia el escalamiento de los emprendimientos y su perdurabilidad en el tiempo.

» La articulación del ecosistema emprendedor que le permita a los actores del emprendimiento establecer redes de apoyo y consolidación de sus iniciativas.

En respuesta a estas oportunidades de mejora, se pueden plantear algunas líneas orientadoras para la construcción de una agenda de desarrollo accionable:

» Mejorar e incrementar los estudios de inteligencia competitiva por sectores con el fin de identificar nuevas necesidades en la demanda » Abrir nuevos canales de comunicación entre inversionistas privados y emprendedores a lo largo del ciclo emprendedor, que permitan identificar los instrumentos de financiamiento más adecuados para cada fase en la que se haya el emprendedor.

» Estimular la vinculación entre empresas grandes y emprendimientos potenciando las iniciativas de innovación abierta que incluyan soporte y financiamiento.

» Fomentar los espacios de encuentro y generación de confianza entre emprendedores de la ciudad para el desarrollo de redes de contacto.

» Focalizar y espacializar parte de la oferta de programas de fomento al emprendimiento hacia el escalamiento y perdurabilidad de los mismos en el tiempo..

» Ampliar los canales de articulación y coordinación entre los programas públicos locales y del gobierno nacional.